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No al transmilenio por la séptima en Bogota, pide el Partido Liberal

El Partido Liberal pidió este martes a los demás partidos que conforman la mesa de Unidad Nacional oponerse al Transmilenio ligero por la Carrera Séptima. F

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El Partido Liberal pidió este martes a los demás partidos que conforman la mesa de Unidad Nacional oponerse al Transmilenio ligero por la Carrera Séptima.

Fue el candidato de esa colectividad a la Alcaldía de Bogotá, David Luna, quien conminó a los directores de los partidos políticos de la coalición de Unidad Nacional, oponerse a la construcción por parte de la Administración Distrital.

En una carta que Luna les hizo llegar a los jefes de los partidos Conservador, Cambio Radical, la U y el mismo Liberal, les dice que no tiene sentido que esta versión ‘ligera’ de Transmilenio se haga sin que existan definiciones sobre el futuro inmediato del metro.

Asegura que es “una obra mediocre e improvisada que no responde a las verdaderas necesidades de movilidad de una de las vías más emblemáticas de la ciudad”.

Luna dice además, que el alcalde Samuel Moreno, “se ha hecho el sordo frente a posiciones serias y bien fundamentadas que en el mismo sentido han hecho asociaciones cívicas como la Sociedad de Mejoras y Ornato y Corposéptima”.

“Sin las definiciones del metro, hacer TransMilenio ligero ahora, sería prácticamente poner en riesgo $80 mil millones que cuesta la obra”, concluye.

Texto de la carta

Respetados Señores:

En días pasados, el director del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) de Bogotá, anunció que debido a las fallas del Plan de Manejo de Tráfico que requiere la construcción del ‘TransMilenio Ligero’ por la Carrera Séptima, el inicio de esta obra será postergada en una nueva oportunidad. No obstante la preocupación que puede generar esta noticia, la misma puede representar una ventana de oportunidad para que se haga efectiva la legítima presión de distintas voces de la academia, la sociedad civil y la política, la academia y la sociedad civil que han clamado por desistir de esta versión desvirtuada de nuestro sistema de transporte masivo.

Es así como, desde finales del año pasado, el Distrito ha hecho caso omiso a múltiples organizaciones cívicas y gremiales –incluyendo Corposéptima, la Sociedad Colombiana de Ingenieros y la Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá— que han señalado que ‘TransMilenio Ligero’ es una solución incompleta y de poco alcance frente a las apremiantes necesidades de movilidad de la ciudad.

El punto anterior es de la mayor importancia dado que según la misma Administración Distrital, el principal sustento técnico para modificar los diseños originales y convertir una obra de 800,000 millones de pesos para TransMilenio completo en una intervención de 80,000 millones para la versión ligera del mismo (una reducción del 90% en términos presupuestales) fue precisamente la construcción de la primera línea del Metro por el corredor oriental de la ciudad. En resumen, no está garantizada la solución asociada con el Metro y por lo mismo no hay ninguna justificación real para llevar a cabo una intervención de limitado alcance en una de las vías más emblemáticas de la ciudad.

A estas razones de coyuntura se suman otras ya expresadas por diferentes expertos en estos temas, que indican que la versión ligera de TransMilenio no cumple con los requisitos de movilidad que requiere la Séptima. Así, por ejemplo, en este improvisado sistema los buses no tendrían carriles exclusivos y terminarían compartiendo el espacio disponible con el tráfico mixto. Por si fuera poco, no se contemplan inversiones en mejoramiento del espacio público en lo que se refiere a andenes y ciclorutas.

Es evidente que TransMilenio Ligero es una solución mediocre que no corresponde a criterios de largo plazo y por lo mismo su concreción implicaría poner en riesgo los 80.000 millones que cuesta la obra. En este sentido, se recuerda que la Procuraduría General de la Nación ha hecho advertencias en esta misma materia.

La crisis por la que atraviesa la ciudad necesita de acciones conjuntas en las cuales los únicos enemigos son la improvisación y la ineficiencia. Por todo lo anterior, hago un llamado a que ustedes –como líderes de los partidos de la coalición de unidad nacional—se unan a las voces de expertos y asociaciones cívicas para que la Administración Distrital de Bogotá desista de su iniciativa de construir TransMilenio Ligero por la Carrera Séptima. Esto último bajo el entendido que los criterios de gobierno de la Unidad Nacional, sin duda, cobijan a la capital del país.

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