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Monsalvo pidió en la Cumbre de Gobernadores mayor compromiso con las zonas de fronteras

Un serio compromiso con las zonas de fronteras, pidió el gobernador del Cesar y presidente de la Federación Nacional de Departamentos, Luís Alberto Monsalvo e

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Un serio compromiso con las zonas de fronteras, pidió el gobernador del Cesar y presidente de la Federación Nacional de Departamentos, Luís Alberto Monsalvo en la cumbre de mandatarios que se realiza en San Andrés Islas, con el Presidente Juan Manuel Santos; al tiempo que reiteró su respaldo al proceso de paz.

Discurso

Señor Presidente, señoras y señores Ministros, señoras y señores Gobernadores, amigos todos.

Es de mucho agrado llegar a San Andrés, Providencia y Santa Catalina.

Agradecemos a la Doctora Aury Guerrero Bowie, por la calurosa hospitalidad con la que nos acogen, tanto usted señora gobernadora, como a nuestros hermanos sanandresanos, a los que saludamos con profundo sentido patriótico, y a todos los colombianos, en especial, a quienes habitan en el marco de nuestro país.

Nos complace que podamos a través de esta cumbre, articular la construcción de políticas públicas entre los diferentes niveles de gobierno; y nos llena de satisfacción, que el tema de fronteras sea debatido y analizado aquí en San Andrés, ¡si a las fronteras les va bien, a todos nos va bien!

Estamos aquí también, para darle respaldo al pueblo sanandresano, y al Gobierno Nacional por el injusto fallo de La Haya. Queremos conocer el contenido de las actas de todo este proceso, y apoyamos esperanzados la demanda que usted, señor Presidente, radicó contra el controvertido fallo, porque las determinaciones judiciales, jamás pueden estar por encima de los tratados internacionales. Escenarios como este, son de suma importancia para nosotros los gobernantes, porque nos permiten determinar debilidades, revivir y actualizar diagnósticos, presentar propuestas, fortalecer la institucionalidad, la gobernabilidad de los territorios y consolidar la integración nacional. En fin, de la urgencia inaplazable de una Política de Desarrollo Fronterizo, que permita a los 13 departamentos que limitan con los países vecinos, lograr la Prosperidad. Considero que el desarrollo debe darse desde adentro hacia afuera, porque los más interesados en lograr el desarrollo son los nativos de cada región, y difícilmente el desarrollo puede llegar desde afuera. El desarrollo de los departamentos fronterizos, se logra implementando estrategias y políticas públicas, que fortalezcan la autonomía territorial y la inversión. ¡Si las fronteras están fortalecidas, el país también lo estará! Es de destacar que el Plan Nacional de Desarrollo, se construyó bajo el enfoque del desarrollo regional, que busca incrementar el crecimiento de las regiones rezagadas y reducir los desequilibrios sociales. Este enfoque contribuye al fortalecimiento de  la relación Nación – Territorio, y al logro conjunto de los objetivos de crecimiento económico. Ya es hora de sembrar en las fronteras recursos, para mejorar los estándares de salud, educación, agua potable, vivienda, programas que permitan preservar la riqueza cultural, étnica y ambiental, aplicando estrategias diferenciales que nos permitan crecer y desarrollarnos. Ya es hora de empezar a transformar estructuralmente las fronteras, para que se conviertan en verdaderos polos de desarrollo social y económico. En el marco de las reformas del 91, descentralizamos para lo social en algunos sectores, comencemos a descentralizar también para el desarrollo. Ya es hora de empezar a transformar estructuralmente las fronteras, para que se conviertan en verdaderos polos de desarrollo social y económico. Queremos pasar del papel a la acción. No pueden seguir siendo los departamentos fronterizos la Cenicienta del país. Las fronteras poseen la biodiversidad y el recurso natural y humano, necesarios para impactar la Prosperidad Nacional. Ha existido desarrollo normativo y de política pública sobre fronteras y, el impacto esperado debe comenzar a verse. En las fronteras viven cerca de 7.600.000 colombianos, que representan el 17% de toda la población del país. En las fronteras se han refugiado los grupos armados, el contrabando y han proliferado los cultivos ilícitos.

En las zonas de frontera la tasa de mortalidad infantil es de 38%, cuando en el resto del país es del 30%. El déficit de la cobertura en educación básica y media es de 22% con respecto al 15% de la media nacional. La cobertura bruta en educación superior es de 18% en promedio, porque hay departamentos que indican un 5%, cuando la tasa de cobertura nacional es del 36%. En las fronteras están más de la mitad de los indígenas del país, el 82% de las etnias, el 52% de los nuevos resguardos y 30 millones de hectáreas de reserva forestal, que representan el 58,6% de todas las reservas de la Nación. El promedio de las Necesidades Básicas Insatisfechas en los departamentos de frontera es de 48,7%, cuando el promedio nacional es de 27,8%. Y si analizamos que el 40% de la población de departamentos de fronterizos vive dispersa en el área rural, y que en algunos departamentos, este indicador está entre el 80 y 90%, entendemos que hay que hacer un alto en el camino, porque las estrategias empleadas no permiten cumplir con los fines del Estado. Es una contradicción que las fronteras simbolicen soberanía, independencia y libre determinación de los pueblos, y que su gente sobreviva en condiciones de pobreza. Mientras los departamentos de frontera generan el 11% del PIB, la zona central del país genera el 73%, y su ingreso per cápita está entre dos y tres veces por encima de las demás zonas.

Esta elevada diferencia indica, que para lograr las condiciones básicas del desarrollo, es necesario apostarle al desarrollo de las fronteras. Usted lo dijo Presidente, “Colombia ha vivido 200 años de espaldas a sus fronteras”, y consecuencia de ello, son las disparidades regionales. Ya es hora de romper el desequilibrio entre las regiones, porque estando todos en el mismo nivel de desarrollo, y garantizando la autonomía territorial, podemos consolidar la verdadera y duradera paz. Debemos fortalecer la autonomía territorial, porque las regiones conocen de primera mano las necesidades de su gente. Y cuando hablamos de autonomía no hablamos de independencia, autarquía regional o cambio de modelo de Estado.

Cuando hablamos de autonomía hablamos de construcción de capacidades regionales, redistribución de competencias entre los diferentes niveles de gobierno apropiado para el buen funcionamiento del Estado y suficiencia de recursos para cumplir con las competencias asignadas. Y cuando hablamos de autonomía también hablamos, por supuesto, de responsabilidad, disciplina fiscal, rendición de cuentas y control. Avanzar en la autonomía Regional es una imperiosa necesidad y no se pueden seguir creando leyes que limiten las funciones y competencias de los gobernantes locales, porque esto debilita la institucionalidad y desvirtúa la filosofía de la descentralización del Estado. Al contrario, regiones con mayores capacidades aportan más al desarrollo económico y al empleo estable en una nación.

El desarrollo fronterizo es inevitablemente necesario, para que el país consolide su desarrollo socioeconómico y logre la paz. Si el Gobierno Nacional le apunta a la “Prosperidad para las Fronteras”, el país tendrá “Fronteras para la Prosperidad”. Con mayor autonomía y descentralización el desarrollo empieza a recorrer el país a toda marcha, desde adentro de los territorios hacia afuera, de las regiones a la capital, por todos los territorios fronterizos, porque el tiempo es ya y no da espera. Agradecemos Presidente el importante avance de su Gobierno, y de Planeación Nacional, en la suscripción de los Contratos-Plan, y su firma en 4 departamentos de frontera: Chocó, Nariño, Cauca y Arauca.

Agradecemos a la Canciller  Maria Ángela Holguín, que nos apoyó para abrir la vocería ante el Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela. De esa reunión nació la idea de hacer un encuentro de gobernadores binacional de fronteras. Esto hace parte de la autonomía regional, que permite fortalecer las regiones, y esa reunión con la Canciller y con el Ministro Elías Jaua, es una manifestación palpable del apoyo que se le debe dar a estos territorios. Este encuentro binacional de regiones fronterizas, con la República Bolivariana de Venezuela es de gran importancia concretarlo, porque nos preocupa sobremanera el contrabando de combustible Presidente. En las carreteras de los departamentos fronterizos, muere incinerada nuestra gente, cuando huyen de las autoridades por transportar combustible de contrabando. De estos jóvenes, muchos menores de 18 años, abandonan los estudios para meterse en este negocio, exponiendo sus vidas y la de todos los que transitan por nuestras carreteras. El contrabando de combustible es una bomba social, que debe detenerse, de una vez por todas.

También nos preocupa la situación que atraviesan los departamentos fronterizos por la devaluación de la moneda venezolana, ya que esto produce una situación comercial crítica, y nos hace pensar en la importancia de establecer medidas compensatorias y de estabilización transitorias, que permitan hacer frente con celeridad a problemas propios de la zona de frontera, generados por las diferencias cambiarias.

Presidente, los gobernadores deseamos ser integrantes activos del proceso de conversaciones con la guerrilla de las FARC. Deseamos, con nuestros pueblos y desde nuestros territorios, impulsar el proceso de paz y aportar las ideas y la visión de las regiones.

Así mismo, esperamos sea posible definir un espacio de contacto permanente entre el gobierno, los negociadores y la Federación, para seguir de cerca el avance de las conversaciones y la construcción del postconflicto, pues tenemos fe de la eficacia de esta tarea que usted ha emprendido de conquistar la anhelada paz para los colombianos, y consideramos que es necesario que las regiones se preparen para sumir la responsabilidad del impacto.

Aquí tiene a sus 32 gobernadores dispuestos a trabajar a su lado, por la paz de Colombia Presidente. Al igual que usted Presidente, creemos que éste es el año de la Paz, y si bien la paz es el sueño de todos los colombianos, lo es más para los departamentos de frontera, porque a través de la historia hemos sido víctimas y testigos de la guerra. Y si se analiza el mapa de la violencia en Colombia, se puede observar que la mayoría de los casos se han presentado en las zonas deprimidas de frontera. ¡Si las fronteras trascienden, habrá paz! Los colombianos estamos en deuda, y la mejor forma de lograr la paz, es fortaleciendo la autonomía territorial y el desarrollo de las fronteras. Usted señor Presidente ha demostrado audacia, al presentar para el bien del país temas que no estaban en la agenda, pero cuya incorporación benefician a todos los colombianos, como fueron los temas de víctimas, restitución de tierras y el inicio del mismo proceso de paz.

El tiempo es ahora, el tiempo de las fronteras es ya Presidente, porque igual que creemos que usted es capaz de lograr la paz de los colombianos, también creemos que va a apostarle a la autonomía territorial desde este momento, hasta lo que reste de su mandato. Señor Presidente, las regiones de Colombia queremos contar también con su audacia para poner en la agenda nacional el tema de una mayor descentralización, e iniciar de inmediato un proceso de reforma departamental que le de mayores capacidades, competencias y recursos a los territorios.

El desarrollo de nuestros pueblos depende de usted, de la voluntad política que le genere nuestra solicitud. No permita que el desarrollo de nuestros pueblos se atrase más, dos siglos son más que suficientes, y de por sí, difíciles de recuperar. En lo público lo más valioso es el tiempo, porque transcurre inexorablemente, y cada día que pasa es irrecuperable. Ya nosotros llevamos algo más de un año de gobierno y a usted, le faltan 18 meses de este período presidencial, que deben empeñarse en pasar del papel al fortalecimiento territorial y la paz. Este es el momento preciso, mientras antes empecemos, antes veremos resultados en todos los rincones del país. Alguien tiene que ponerle el cascabel al gato. Ya la descentralización y la autonomía territorial, deben dejar de ser un cliché de campañas políticas, para convertirse en el resultado de una verdadera voluntad y de compromiso con el país.

Los tiempos han cambiado, no estamos en la época de la colonia, cuando se construyó un modelo de arriba hacia abajo que heredamos de los españoles, y que no contempla el razonamiento ni la heterogeneidad de nuestros territorios, se trataba entonces, de pueblos subyugados y obedientes, sometidos al imperio e imposición de un mandato a distancia. Si bien avanzamos con la Constitución de 1991, que promueve los principios de autonomía y descentralización, ya es el momento de buscar equilibrio donde ha habido desequilibrio. La demanda social que hay en los territorios de frontera es inmensa: nuestra gente consume agua insalubre, habita sin un techo digno, carece de acceso a la educación y a la salud, no disfrutan de infraestructura vial y eléctrica, y para colmo de males, el contrabando y la ilegalidad impiden hacer los recaudos necesarios para la inversión social, por lo que el problema de las NBI no se resuelve. Por esto necesitamos la reforma del Régimen Departamental, y la única forma de que este proyecto sea aprobado en el Congreso con la celeridad del caso, es que usted, señor Presidente abandere el trámite de la reforma. Necesitamos el apoyo y el compromiso del Gobierno Nacional, para que esta meta de la Federación Nacional de Departamentos sea una realidad.

Como usted lo dijo Presidente, después de 200 años de espaldas a la frontera, es el momento de hacerle frente a su desarrollo, y recompensarlas por el rezago en el que han estado, y que de alguna manera afectan al resto del país, porque los demás departamentos reciben los efectos secundarios de nuestros problemas sociales.

El mismo Plan Nacional de Desarrollo establece que se deben reorientar los presupuestos de inversión anual, focalizando el gasto público en las regiones de menor condición, para elevar la calidad de vida de sus poblaciones y movilizar sus capacidades de desarrollo endógeno.

El fortalecimiento del desarrollo fronterizo y la integración fronteriza exigen de recursos, aplicables de forma diferencial también, de acuerdo al tipo de fronteras. Por eso le pedimos señor Presidente, entre otras fórmulas que serán presentadas más adelante para el fortalecimiento fiscal de las regiones, la creación del Fondo de Compensación y Desarrollo Fronterizo, porque si no hay recursos no hay desarrollo y el tiempo de las fronteras es ya. Colombia está prosperando, y el desarrollo debe llegar a todas partes.

Si a las fronteras les va bien, a toda Colombia le va bien. Y porque la paz de Colombia, Señor Presidente, definitivamente pasa por las fronteras.

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