Colombia es un país que a pesar de los cambios que ha tenido el planeta en los últimos meses, mantiene condiciones climáticas uniformes. Sin embargo,
Colombia es un país que a pesar de los cambios que ha tenido el planeta en los últimos meses, mantiene condiciones climáticas uniformes. Sin embargo, las fuertes lluvias que no cesan en algunas zonas del territorio nacional, está lejos de llegar a su final, por lo que varios los pronósticos de las autoridades ambientales, podrían mantenerse por encima de los niveles históricos hasta el mes de agosto.
Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), la temporada lluviosa obedece al llamado Fenómeno de La Niña y que se extendería durante el tercer trimestre del año. Un hecho que preocupa a las autoridades, dado que los cambios climáticos, han dejado a cientos de colombianos afectados.
Frente a este panorama, Antonio Rudas, docente en la maestría de Gestión Ambiental de Areandina sede Valledupar, especialista en ordenamiento de cuencas hidrográficas y magíster en Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, el incremento de las temperaturas y las bajas precipitaciones, principalmente en regiones Caribe y Orinoquía, estaba previsto para el 2022.
“En la Costa Caribe, por ejemplo, el comportamiento es bimodal, ya que, durante el año se presentan dos periodos. A comienzos de año un periodo seco, luego un periodo bajo lluvioso entre marzo y abril, a mitad de año, presenciamos un periodo de baja precipitación y en septiembre-octubre, se dará un alza en las precipitaciones, mostrando un comportamiento con las mayores lluvias en el país”, afirma el docente Rudas.
El académico Rudas explica que el 2022 ha sido un año atípico caracterizado por incontables precipitaciones y que éstas, son ocasionadas por ondas en los mares que bordean el país. “Las recientes condiciones climáticas registradas en varios territorios se han originado principalmente por el avance de las ondas tropicales registradas en el Mar Caribe y el Pacífico colombiano, lo que ha traído vapor de agua y vientos ascendentes que chocan directamente con la cordillera occidental generando precipitaciones casi que permanentes”, explica el especialista.
Si bien el pronóstico del Ideam sobre las lluvias que se extienden hasta agosto, “serán superiores al 30% por encima de los promedios históricos en gran parte de la región Caribe y Andina; así como en el sur de la región Pacífica y los piedemontes Llanero y Amazónico”, el especialista Rudas sugiere tener en cuenta ciertas recomendaciones:
Para los municipios:
• Hacer monitoreos desde la zona de nacimiento hasta la desembocadura de las quebradas con mayor ocurrencia de eventos.
• Mantener la alerta y estar atentos a los planes de contingencia para las lluvias e inundaciones súbitas, principalmente, en zonas identificadas con amenaza de inundación.
• Estar atentos a los cambios físicos de quebradas, ríos y lagunas, así como la coloración de los sedimentos.
• Realizar campañas de limpieza de obras hidráulicas asociadas a drenajes naturales para prevenir taponamientos.
• Fortalecer las acciones de comunicación y educación frente a medidas de prevención durante la temporada.
Para las personas:
• Tener a la mano sombrillas, impermeables y botas de caucho, este último en caso de vivir en zonas rurales.
• Mantener libre y despejado los tejados, cunetas y canales de cualquier objeto que pueda obstruir el recorrido del agua. Si hay elementos u objetos que puedan ser arrastrados por el agua, quitarlos o guardarlos.
• Revisar periódicamente el estado de los techos, las bajadas de agua y desagües.
• Por ningún motivo, utilizar las corrientes de agua para evacuar algún tipo de residuo sólido como basuras porque pueden ocasionar taponamientos e inundaciones aguas abajo.
• Ante situaciones como avalanchas, deslizamientos o caídas de bloques, tener a la mano, los números de emergencia de los cuerpos de socorro o comités de gestión de riesgo municipales para hacer las respectivas denuncias o llamadas de auxilio.
En casos tormentas eléctricas y fuertes vientos:
• Apagar y desconectar todos los electrodomésticos como televisores, equipos de sonido, hornos microondas, computadores, portátiles, etc.
• Mantener a la mano linternas o velas en caso de que se vaya la luz.
• Asegurar los documentos personales en caso de una evacuación.
• Eliminar los estancamientos de agua para prevenir el criadero de vectores que pueden ser transmisores de enfermedades como el Dengue, el Chikunguña, Zika, Malaria, entre otras que se crían principalmente donde se almacena agua limpia.