Unas de cal y otras de arena para el Júnior en el partido de vuelta de las semifinales de la Copa Sudamericana. El cuadro barranquillero g
Unas de cal y otras de arena para el Júnior en el partido de vuelta de las semifinales de la Copa Sudamericana. El cuadro barranquillero ganó 1-0 (3-0 en el global), se clasificó a la primera final internacional en su historia pero perdió a dos jugadores importantes para enfrentar a Atlético Paranaense: Teófilo Gutiérrez y Gabriel Fuentes. El primero, recibió una roja directa por intentar darle un codazo a Carlos Arboleda mientras que el segundo por doble amarilla, la segunda por evitar un saque de banda de Arboleda.
La ficción del fútbol no entiende de razón sino pasiones, muchos hinchas de Santa Fe ansiaban locamente darle vuelta a la serie. Habían perdido 2-0 en El Campín, pero la esperanza, dicen, es lo último que se pierde. Sin embargo, era difícil evitarlo, Júnior les llevaba una ventaja de dos goles, diferencia por la que únicamente dos veces en la historia le había podido ganar en la capital del Atlántico (4-2, en 1948 y 2-0, en 1980). Pero aún así la ilusión estaba ahí, el fútbol está lleno de hazañas inolvidables y este jueves podía ser uno de esos días.
El Metropolitano se vistió para la ocasión: mas de 30.000 personas se acercaron al gigante de la ciudadela para ver a su equipo sellar el tiquete a la final de la Copa Sudamericana. Pero el Júnior no salió como una tromba, sino fue un equipo que esperó y jugó con la necesidad de Independiente Santa Fe, que fue el primero en probar los reflejos de José Luis Chunga, quien apenas días atrás se había visto dubitativo en el partido de vuelta de las semifinales frente a Rionegro. Lo hizo dos veces, por intermedio de Guastavino.
Pero en esos minutos no fue más: un constante ida y vuelta sin acciones claras hasta que apareció Teófilo Gutiérrez al minuto 23. Centro de Jarlan Barrera, tras una gran intervención de Miguel Solis, el balón se paseó por el frente de la portería del guardameta cardenal y el nacido en la Chinita, con el pecho, mandó el balón al fondo. Como en el partido de ida se necesitó del VAR para conceder el primer tanto. Un gol que hizo que el Metro estallara de alegría, que ponía al cuadro barranquillero más cerca del anhelo de jugar una final continental.
El tanto dejó lelo a Santa Fe. Los tiburones se tomaron confianza y empezaron a tocar, tuvieron un penal a favor, pero James Sánchez erró. Hasta ahí llegó el fútbol. Después apareció la guerra y las tarjetas rojas: Teófilo Gutiérrez y un intento de codazo a Arboleda. Tarjeta roja y el Júnior con 10. Al minuto 59, Gabriel Fuentes evitó un saque rápido de banda: doble amarilla y roja. Júnior con nueve. Nuevamente, parecía que el cielo se le abría a los cardenales, que tenían a los once en el campo.
No fue así. Santa Fe no aprovechó, no generó ninguna opción en contra de la portería de Chunga y vio como los barranquilleros, a punta de velocidad, los complicaban en defensa. Y apareció la frustración: Arley Rodríguez se hizo expulsar por doble tarjeta amarilla y en los últimos minutos Guastavino con una entrada fuerte vio la tarjeta roja directa. Se extinguieron los minutos y con ellos la ilusión cardenal: Santa Fe fue superado de principio a fin por un Júnior que aspira a quedarse con el título de la Liga y de la Copa Sudamericana
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