El Presidente de la República, Juan Manuel Santos, compartió este domingo el Premio Nobel de paz con los habitantes de la població
El Presidente de la República, Juan Manuel Santos, compartió este domingo el Premio Nobel de paz con los habitantes de la población chocoana de Bojayá, que perdió un centenar de sus habitantes en los sucesos del 2 de mayo de 2002.
En su primera salida por las regiones de Colombia luego de ser distinguido con el galardón, el Presidente Santos llegó a la población ribereña del Atrato al mediodía para asistir a la misa dominical y al final de la celebración dedicó el galardón a las víctimas y anunció que destinará el monto del galardón a su reparación.
“Quise venir a compartirlo con ustedes, porque ustedes simbolizan lo que ha sido esta guerra en Colombia”, expresó el Presidente Santos dentro de la capilla de San Pedro Apóstol.
“Este Premio Nobel no es mío. Este nobel es sobre todo de los millones de víctimas a lo largo y ancho del territorio nacional”, manifestó el Mandatario y agregó que ese reconocimiento internacional “es un mandato del mundo entero para que continuemos todos los colombianos buscando y consolidando esa paz que tanto anhelamos”.
La celebración eucarística fue oficiada por los sacerdotes Antún Cuesta, sobreviviente de la tragedia de Bojayá; Sterlin Londoño Palacios y Álvaro Hernán Mosquera, el párroco actual.
El Presidente llegó en compañía de su esposa María Clemencia, de sus hijos, del Vicepresidente Germán Vargas Lleras, del Ministro del Interior, Juan Fernando Cristo; el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, entre otros.
El acto religioso estuvo acompañado por Las Alabaoras de Pogue, que se hicieron famosas el pasado 26 de septiembre al cantar en Cartagena en la ceremonia de la firma del Acuerdo de Paz.
Las cantadoras de Bojayá recibieron al Jefe del Estado entonando una felicitación por haber ganado el Premio Nobel y ofreciendo su apoyo al gobernante en la búsqueda de la reconciliación nacional.
La primera lectura, tomada del Libro de los Reyes, la hizo doña María Clemencia Rodríguez de Santos. El salmo, “el Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad”, fue leído por un líder indígena. Y la segunda lectura, de la Segunda Carta de San Pablo a Timoteo, estuvo a cargo de María Eugenia Velásquez, habitante de Bojayá.
El evangelio, de San Lucas, fue el pasaje en el que diez leprosos salieron al encuentro de Jesús y le dijeron: “Maestro, ten compasión de nosotros”.
“Es grandioso que usted le haya apostado a esa paz que nos beneficia a los más necesitados”, dijo en la homilía el padre Antún, quien comentó que la gente está regresando a vivir en la región y se ven resurgir los cultivos.
“Cuente usted con nuestras oraciones. No escatime usted el más mínimo esfuerzo en darnos a todos los que habitamos estos pueblo tan necesitado de la paz”, continuó.
El padre Antún le pidió al Presidente Juan Manuel Santos, no desfallecer. “Nosotros hoy agradecemos a Dios que lo haya puesto a usted como instrumento de paz”, agregó.
En la parte final de la misa, Rosa de las Nieves, líder del Comité de Víctimas de Bojayá, le entregó al Presidente una réplica del Cristo mutilado.
A continuación, el Presidente Santos pronunció unas palabras.
“Quise venir a compartirlo con ustedes, porque ustedes simbolizan lo que ha sido esta guerra en Colombia”.
“Y lo bueno es cómo la vamos a acabar. Con fuerza espiritual, con capacidad de perdón, con capacidad de reconciliación”, comentó.
El Presidente señaló que el Nobel “es un mandato del mundo entero para que continuaremos todos los colombiano buscando y consolidando esa paz que tanto anhelamos”.
Declaró que “las víctimas quieren la paz” y “son y seguirán siendo el centro de este conflicto armado”.
“Las víctimas me han dado a mí una gran lección de vida”, subrayó el Presidente de la República y dijo que ese apoyo es que el más le motiva a no desfallecer y seguir luchando para consolidar la paz.
“Tengan ustedes la absoluta seguridad de que este proceso lo vamos a llevar a buen puerto”, expresó y sostuvo que quiso dedicarles este premio “porque ustedes encarnan las víctimas”.
El Presidente Santos expresó que “nadie olvidará ese 2 de mayo”.
Por último anunció que recorrerá el país “diciéndoles a todas las víctimas que su deseo se va a convertir en realidad”.
“He venido para decirles en persona que mi compromiso para alcanzar la paz es absoluto y no cejaré en alcanzarla”, puntualizó.
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