El entrenador de Brasil Luiz Felipe Scolari anticipó el jueves un partido feliz el que disputarán contra Colombia, el viernes en Fortaleza por los cuartos
El entrenador de Brasil Luiz Felipe Scolari anticipó el jueves un partido feliz el que disputarán contra Colombia, el viernes en Fortaleza por los cuartos de final.
Scolari argumentó que debido a la calidad técnica de ambas selecciones, siempre dispuestas a salir a jugar, se podrá ver un encuentro abierto.
“Los partidos que hemos jugado con Colombia fueron muy atractivos, alegres, ellos tienen mejor equipo que Chile”, explicó Scolari. “Es muy diferente cuando enfrentamos a Uruguay y Argentina y el mismo Chile, con los que hay mucha rivalidad. Contra Colombia no necesitamos guerra, nuestros jugadores saldrán más relajados a jugar”.
El capitán de la Seleçao Thiago Silva también pronosticó un juego de corte técnico, pero con muchas dificultades.
“Somos dos equipos de la misma escuela, con gran calidad”, afirmó el defensa. “Conozco muy bien a los colombianos, he jugado con Mario Yepes, veo a muchos de ellos en la liga francesa, su selección tiene una defensa compacta y jugadores muy hábiles en ofensiva. Tienen todo nuestro respeto, pero nuestra meta es clasificarnos”.
Thiago fue cuestionado el jueves por los periodistas, nuevamente, porque en el momento de la definición por penales en el triunfo contra Chile se aisló en lugar de brindar apoyo a sus compañeros que iban a ejecutar los lanzamientos.
“Felipao nunca cuestionó mi liderazgo”, replicó el capitán auriverde. “No me preocupa lo que diga la gente. Soy una persona muy emotiva, pero que sabe sobreponerse, como cuando superé una tuberculosis que pudo haberme costado la vida”.
En ese momento Felipao interrumpió para defender a Thiago.
“Cuando dirigía a Portugal en un partido contra Inglaterra en cuartos de final de la Eurocopa 2004 cambié al gran Luis Figo por Helder Postiga. Nos tocó definir por penales y ganamos 6-5. Entonces un periodista me preguntó por Figo, aludiendo que quizás se había enojado y se había ido, pero cuando entramos al camarín lo encontramos rezando”, recordó Felipao. “Cada uno se expresa a su manera. Hay que respetar las individualidades”.
En Brasil hay temor de que la fragilidad emocional que mostraron sus jugadores en el encuentro anterior les pase la factura en un compromiso más difícil contra la escuadra del argentino José Pekerman, que juega a un alto nivel.
El capitán del equipo campeón mundial de Brasil, el legendario Cafú, expresó el jueves que la Seleçao debe enterrar cualquier indicio de debilidad y jugar con todo.
Los llantos de los jugadores brasileños tras la victoria sobre Chile por penales siembran dudas sobre la fortaleza mental de los auriverdes.
“Hay que olvidar todo eso”, dijo el hombre que alzó la Copa en Surcorea-Japón 2002, en el pentacampeonato. “Brasil debe ganarle a Colombia”.
No será fácil, pero los brasileños confían en que la calidad de sus figuras como Neymar puedan contrarrestar las bondades de James Rodríguez y compañía.
James tiene en Juan Guillermo Cuadrado a un lugarteniente de primerísimo nivel y ambos se complementan de manera maravillosa para conformar una dupla efectiva y de juego bonito. El viernes en Fortaleza, ambos serán puestos a prueba al máximo.
“Brasil es una gran selección, muy difícil, con mucha historia”, declaró Cuadrado, quien es considerado como el más brasileño de los seleccionados colombianos por su fútbol bailarín. “Ha hecho las cosas muy bien en los mundiales, con una gran tradición. Están invictos, se sienten fuertes y con el apoyo de su gente, lo que será una motivación más para ellos. Tenemos que estar tranquilos e ir paso a paso”.
El defensa colombiano Pablo Armero se mostró más contundente.
“No vinimos a Brasil a pasear, vinimos a buscar la gloria”, proclamó Armero. “Será un gran partido, porque tanto ellos como nosotros estamos jugando un fútbol muy bonito”.
La euforia de los colombianos es tan grande, que el diario El Tiempo de Bogotá anuncia una edición especial de 30,000 ejemplares, que serán distribuidos el viernes en los alrededores del estadio Castelao. El periódico se preparó en la redacción en la capital colombiana, enviado por satélite a Río de Janeiro, donde será impreso por O’Globo y enviado por avión a Fortaleza.
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