La senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal ha presentado una propuesta contundente para abordar la grave crisis del sistema peniten
La senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal ha presentado una propuesta contundente para abordar la grave crisis del sistema penitenciario en Colombia. Con el objetivo de restaurar la seguridad, la disciplina y el trabajo obligatorio para los reclusos, poniendo fin a los privilegios.
El sistema carcelario colombiano se ha visto marcado por el hacinamiento, la corrupción y la proliferación de actividades criminales dentro de las prisiones. En lugar de ser un mecanismo de castigo, muchas cárceles se han convertido en base de operaciones para bandas criminales.
«Con un nuevo sistema carcelario para el país. No se trata de venganza, sino de justicia», expresó Cabal a través de su cuenta de X luego de que se revelara el hallazgo de un call center criminal en 11 cárceles del país.
En este sentido, Cabal propone cinco pilares fundamentales para transformar de manera radical el sistema:
1.Nuevas cárceles en concesión: Construcción de prisiones de alta seguridad bajo alianzas público-privadas, sin hacinamiento y con control total del Estado.
2.Trabajo obligatorio para los presos: Se acabaron los privilegios. Cada recluso trabajará para pagar su comida y alojamiento. Que fabriquen muebles, cultiven alimentos y produzcan bienes.
3.Separación de criminales de alto y bajo impacto: Nada de bandas reclutando dentro de las cárceles. Se dividirá estrictamente a los reclusos para evitar que los delincuentes de menor impacto sean absorbidos por mafias.
4.Cárceles de máxima seguridad para terroristas y narcotraficantes: Sin celulares, sin visitas sin control, sin privilegios. Aislamiento total para los cabecillas que han desangrado a Colombia.
5.Fin de los beneficios penitenciarios para reincidentes y criminales graves: Basta de rebajas de pena y casa por cárcel para quienes han cometido delitos atroces o reincidido en el crimen.
Las cárceles deben ser un castigo real, no una base de operaciones para el crimen.
