El Bienestar Familiar pidió a las autoridades impartir condenas ejemplares a las personas que por balas perdidas han herido a menores de edad en el país.
El Bienestar Familiar pidió a las autoridades impartir condenas ejemplares a las personas que por balas perdidas han herido a menores de edad en el país.
La directora encargada del Bienestar Familiar, Rosa María Navarro, lamentó la muerte del niño de 7 años que fue herido en la cabeza por una bala perdida el pasado 31 de diciembre; la funcionaria pidió un castigo ejemplar para la persona que accionó el arma.
“Consideramos que deben aplicar la máxima pena que son al rededor de 37 años de prisión para este delincuente que usando un arma le causó tanto daño al niño en Soacha”, dijo Navarllo.
La funcionaria hizo un llamado a la comunidad para que denuncie ante las autoridades a los responsables de los hechos y también a través de la Línea Gratuita Nacional 01 8000 91 80 80.
El ex Procurador General, Jaime Bernal Cuellar, señaló que este tipo conductas puede ser enmarcada dentro del homicidio doloso cuya pena podría, incluso superar los 20 años de prisión. Lo que hay que tener en cuenta, dice Bernal, es que esta persona estaba portando un arma en condiciones que no podía hacerlo.
«La persona que dispara sin tener en cuenta las circunstancias en que ésta se acciona está de antemano aceptando cualquier clase de resultado. Si el que dispara sabe que hay persona muy cerca, si sabe que esa bala puede causar un daño, significa que está aceptando el posible resultado por lo cual estaríamos hablando de un homicidio con dolo eventual», explicó.
Al rechazo de gran parte del país frente a esta práctica, casi cultural de Colombia, de disparar al aire para celebrar, y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, se sumó lamentando la muerte de los menores y el trágico momento que viven de otros cuatro menores que luchan por su vida, se espera que las autoridades den con los responsables y la justicia actué con todo el peso de la ley para castigarlos.
El deceso
A las 8:32 de la noche del pasado lunes, Esteban Giraldo falleció luego de tres días de agonizar por culpa de una bala perdida.
El proyectil que se alojó en su cabeza, tal y como lo confirmó el dictamen de Medicinal Legal, le causó severas lesiones cerebrales imposibles de superar.
De hecho, el pasado domingo se le había decretado muerte cerebral y aunque se mantenía vivo gracias a un respirador artificial, los daños fueron irreversibles y el personal médico que lo atendía no pudo hacer nada para evitar su deceso.
Sus padres, Jhon Edwuard Giraldo y Andrea Ramírez, llegaron escoltados por la Policía a reclamar el cuerpo del niño en Medicina Legal de Bogotá.
Buscando al culpable
Puerta a puerta, la Policía de Soacha trata de esclarecer el suceso.
También se reiteró la recompensa de 15 millones de pesos para quien suministre información que permita capturar al responsable.
Y además, se hará una labor de verificación de armas de fuego en todo el municipio.
Por estos hechos y los otros seis que se registraron por las balas perdidas en los últimos días, la Fiscalía General y la Procuraduría General de la Nación, emprendieron las respectivas investigaciones con el fin de determinar quiénes fueron los responsables de los tiros al aire que terminaron con estas cinco vidas, además de herir a otras cuatro más, entre ellas, un bebé de cinco meses, en el distrito de Aguablanca, Valle.
Según la procuradora delegada para la infancia y adolescencia, Ilva Miryam Hoyos, las autoridades de policía y entes de control como el CTI de la Fiscalía deben emprender una búsqueda apoyándose en la información de los vecinos y testigos para dar con los responsables de dichas acciones.
Igualmente, señaló que el Ministerio Público instó a la Policía Nacional a hacer controles más severos y efectivos para incautar las armas en estas semanas hasta el próximo 11 de enero. «No importa que tengan algún salvoconducto, el hacer disparos al aire constituye un intento de homicidio contra personas inocentes».
De la misma manera, manifestó Hoyos que se deben reforzar los controles de seguridad para evitar riñas callejeras en el próximo puente festivo de Reyes para así evitar «hechos lamentables» que afecten la integridad de las personas y de sus familias.
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