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El Procurador delegado Rubén Darío Escobar solicitó ante la Juez Cuarta especializada de Bogotá que se declare como no responsables a los siete implicados en falsos positivos en el batallón la Popa en Valledupar y el accionar de la operación Coraza y Tormenta, efectuadas en el 2002.
Los acusados son: José Pastor Ruiz Mahecha (Teniente Coronel), Publio Hernán Mejía Gutiérrez (Coronel y comandante del batallón la Popa) y Aureliano Quejada (Sargento), a quienes se les investiga por homicidio en persona protegida.
También lo hizo para Orlando Pava Rocha, Elkin Manuel Peralta Romero, Juan Carlos AlmanzaSalcedo Deibis Solid Paez Triana, a quienes se les investiga por homicidio en persona protegida y concierto para delinquir.
El representante del Ministerio Público, en su intervención, dijo que se actuó con transparencia y conforme al deber de la fuerza pública. Agregó que la posición estratégica del batallón La Popa exigía estar alerta y en permanente búsqueda de información para evitar el riesgo.
“Nuestros soldados están entrenados para el uso de las armas, las acciones están dentro de la legalidad y actuaron de acuerdo a su deber. De lo contrario, serían investigados por omisión”, indicó Escobar.
El Procurador añadió que “frente al delito de homicidio en persona protegida y bajo la óptica del conflicto armado y la convicción de estar actuando frente a combatientes, se obró de manera legitima”.
Finalmente rechazó la denuncia presentada por Manuel Cárdenas, un retirado del Ejército Nacional, quien para la época de los hechos hacía parte del batallón La Popa. “Su denuncia parece ser un acto de revancha, no era el hombre mas dedicado ni notable en su carrera militar y fue condenado por tramitar con objetos del estado. Es un testigo sospechoso”, argumentó.
En enero del 2007, en una rueda de prensa durante el gobierno de Álvaro Uribe, se anunció la destitución del coronel Publio Hernán Mejía Gutiérrez como comandante del Batallón La Popa de Valledupar.
Aunque era considerado como uno de los militares más troperos y un ejemplo de lucha en el Ejército por su combate a la guerrilla y los paramilitares en el Cesar, fue sindicado de tener contactos y alianzas con los paramilitares de ‘Jorge 40’.
Al final de la diligencia, el Coronel Hernán Mejía señaló: “desde esa rueda de prensa de hace seis años estoy muerto. Soy un soldado y el único capital que tenemos los hombres del Ejército es su honor y su dignidad, y el mío y el de mis hombres fue mancillado y eso ocasiono nuestra muerte”.
En alegatos finales, los siete implicados reiteraron su inocencia. Mientras que el miércoles la Fiscalía solicitó la condena argumentando que «los cuerpos no fueron atacados sino sometidos de forma homicida. El accionar de las armas es ilegal y se generó la muerte de manera innecesaria a fin de presentarlos como una operación exitosa y lograr reconocimiento de ella».
Fuente: eltiempo.com
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