El proceso de paz abierto en Colombia entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc no debe contemplar la negociación de "indultos ni amnis
El proceso de paz abierto en Colombia entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc no debe contemplar la negociación de "indultos ni amnistías", afirmó Todd Howland, el representante en este país de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
A juicio del funcionario de la ONU, la paz a la que se aspira llegar tras el diálogo formal que comenzará el próximo 8 de octubre en Oslo, debería ir acompañada de un proceso de "justicia transicional" que tenga como eje fundamental los derechos de las víctimas que ha dejado el largo conflicto armado en Colombia.
"La postura de Naciones Unidas ya está muy clara, dentro del marco legal internacional no se puede tener una amnistía ni un indulto", afirmó Howland a los periodistas de la Asociación de Prensa Internacional de Colombia (APIC).
"Pero tampoco está bien claro cómo y hasta qué nivel tienen que aplicar la justicia penal", agregó al detallar que "se pueden utilizar varios mecanismos de justicia transicional" para lograr el objetivo de "una paz verdadera y duradera".
La ONU entiende, según Howland, que de ser exitoso el proceso de paz entre el Gobierno y las Farc se producirá "una transformación profunda" en la sociedad y por ello hizo énfasis en que "no debe haber una amnistía por cualquier delito".
"Debe haber mecanismos para esclarecer qué pasó y también para reparar a las víctimas de forma personal o colectiva", insistió, al aplaudir que este diálogo con las Farc, el tercero formal en los últimos 30 años, y a diferencia de los anteriores, contempla en su agenda varios puntos que hacen énfasis en los derechos humanos.
El primer proceso tuvo lugar bajo el gobierno de Belisario Betancour (1982-1986) y el segundo estuvo liderado por el expresidente Andrés Pastrana (1998-2002), ambos fracasados.
Howland se mostró optimista sobre el proceso de negociaciones que se abrirá en Oslo y después se trasladará a La Habana, según se han comprometido el Gobierno de Colombia y las Farc, por considerarlo "realista" y porque considera que "va a mejorar la situación de los derechos humanos para todos" y "va a traer beneficios para todos los colombianos".
Pero también advirtió de que "no va a ser fácil" porque, pronosticó, habrá "avances y retrocesos" en el camino.
Fuente: EL Espectador
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