Un considerable impulso está dando el Gobierno de Franco Ovalle a los productores de café de la Sierra Nevada a través de los pro
Un considerable impulso está dando el Gobierno de Franco Ovalle a los productores de café de la Sierra Nevada a través de los proyectos de Alianzas Productivas en las que se conjugan los esfuerzos físicos, financieros y asociativos de los pequeños productores del grano.
Así lo constató el Secretario de Agricultura y Desarrollo Empresarial, Carlos Eduardo Campo Cuello en visita a Pueblo Bello y a dos de las fincas cafeteras situadas en la vereda Costa Rica.
En la cabecera municipal Pueblo Bello verificó la existencia de una amplia sede de Asoprokia, en donde observó la existencia de un moderno secador de café que presta servicio a más de 100 afiliados y que en la temporada de producción agiliza el proceso de secado del grano, disminuye las pérdidas, mantiene altos niveles de calidad y en consecuencia mejor precio del grano. Asoprokia espera para mediados del presente mes, la llegada de otro silo secador con capacidad de procesar 500 kilos por hora, comprado con los recursos de la Alianza estimados en 700 millones de pesos.
Así mismo verificó la adquisición de despulpadoras, así como materiales de abono y otros necesarios para el cultivo.
Efraín Peñaranda de la finca El Paraiso uno de los 110 caficultores afiliados a Asoprokia reconoció que con la asociatividad a través de la Alianza, se les ha facilitado el emprendimiento y la capacitación para la aplicación de buenas prácticas para la producción de café con características orgánicas que es apreciado por la Federación y los consumidores.
La visita aunque no lo tenía previsto, incluyó la finca de Ricardo Quintana afiliado a Asoanei en la que se constató avances como el caféducto para transportar el grano desde las zonas altas de la finca hacia la zona de despulpado y secado, que se hace mediante un silo.
Finalmente, Campo Cuello resaltó el empuje que muestran las Alianzas en lo productivo y mediambiental, incrementando la productividad al pasar producción de 800 a 1.200 kilos por hectárea. Se refirió también a la innovación con tecnologías aplicadas tanto en el cultivo como en el tratamiento, lo cual significa una transferencia de valor, todo ello para beneficio individual y colectivo de los pequeños caficultores.
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