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Fonseca, La Guajira, 14 ago (SIG). Al norte de Colombia, en el departamento de La Guajira está el municipio de Fonseca, tierra de vocación agrícola y ganadera que también es fértil en talentos como el juglar vallenato Hugues Peñaranda, quien encuentra inspiración a orillas del Rancherías, de donde las huellas de la guerra comienzan a desvanecerse.
A final de la década de los 90 los medios periodísticos informaban sobre la neutralización de campos minados y la destrucción de campamentos en la región.
Hoy, las gentes que padecieron esa época no olvidan cómo era su entorno porque ello les permite apreciar en toda su dimensión lo que significa la paz.
Tal es el caso de José Antonio, un agricultor de 73 años, que recuerda la constante presencia de la insurgencia en el corregimiento de El Conejo, su mirada se dirige a la Serranía del Perijá y con voz en entrecortada recuerda que desde allí se producían las extorsiones.
Él, al igual que otros 44 mil fonsequeros, espera que tranquilidad reine definitivamente, pues ahora se transita sin ningún problema “hay camaradería entre los militares (…) se acabaron el agite y los retenes”, apunta.
Hace tan solo unos meses, en diciembre del año anterior, en la mañana del sábado 17 en Pondores (jurisdicción de Fonseca) comenzó la primera zona veredal, hasta allí llegaron más de 200 hombres de tres frentes las Farc, para dejar sus fusiles y reintegrarse a la civilidad.
Misael Velázquez Granadillo, alcalde de Fonseca ve con orgullo y satisfacción este paso.
“Ratificamos que Fonseca es un pueblo de paz. Hubo épocas difíciles pero entendimos que la mejor forma de acabar con esto y reconciliarnos era el diálogo”, afirmó el mandatario local, quien también celebra el retorno de los campesinos a sus tierras y que puedan trabajar sin temor a las extorsiones.
Ahora se destinarán más recursos para la inversión social y celebra que su municipio sea favorecido con los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial que brinda el Gobierno en estas tierras afectadas por el conflicto. Aquí se va activar la armonía institucional y el desarrollo regional.
“Tenemos que confiar que este proceso es verdadero, hoy vivimos una realidad que es la entrega de armas en este proceso guerrillero en el cual se reincorporan ellos y aceptan despojarse de los odios y entender el compromiso que tenemos con nuestros hijos, aprovechar esta oportunidad y no dejarla desperdiciar”, sostuvo el Alcalde.
Mañana esta tierra de fértiles campos será observada por todo el mundo. Allí las últimas armas de las Farc quedarán bajo la custodia de las Naciones Unidas para que sean destruidas.
Con los restos del armamento destruido se erigirán tres esculturas en recuerdo a este acto histórico de paz.
Una de las esculturas quedará en Colombia, otra estará en Cuba, donde se desarrollaron los diálogos de paz, y la tercera reposará en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
Esas esculturas se convertirán en testigos monolíticos de una “paz que no tiene marcha atrás”, tal y como lo ha reiterado el Presidente Juan Manuel Santos, quien este martes estará en Pondores.
Visita presidencial
El Jefe del Estado llegará al corregimiento de Pondores, jurisdicción de Fonseca, hacia las 10 de la mañana, cuando se producirá la salida de un contenedor con las armas dejadas por no menos de 250 personas que se reincorporarán al sistema democrático del país.
Posteriormente, el Mandatario saludará a las tropas del puesto de mando ‘Ares’ (vereda Manantialito) y luego sostendrá un conversatorio con el Ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, sobre la reorganización de la seguridad en las zonas veredales y las características del plan ‘Cuéntele al Comandante’.
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