Catorce años después de su desplazamiento forzado, y gracias a la labor de la Unidad de Restitución de Tierras (URT), fuero
Catorce años después de su desplazamiento forzado, y gracias a la labor de la Unidad de Restitución de Tierras (URT), fueron restituidos los derechos de una mujer que había sido víctima del Bloque Norte de las Autodefensas, al mando del exjefe paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, alias de Jorge 40.
Marlene* aseguró sentirse satisfecha porque, gracias a la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras, hoy puede soñar con una vejez segura, gracias a la decisión del Juzgado Primero Civil del Circuito Especializado en Restitución de Tierras. Ella recibirá tres predios, que suman 70 hectáreas.
“Fueron años de mucha zozobra. Durante este tiempo pasamos dificultades junto con mi esposo”, contó, en medio del llanto, al recordar que a la fuerza debió entregar sus tierras a los grupos armados.
Esta valiente mujer, en medio de la entrega, precisó que su esposo falleció hace un tiempo, por causas ajenas al conflicto armado. “Recibir estos predios me llena de vida y energía. Por la memoria de mi esposo, sacaremos adelante, junto con la ayuda de sus hijos, estas tierras”.
Los predios restituidos se encuentran en el municipio de El Copey, departamento del Cesar. Los hechos que victimizaron esta familia sucedieron el 28 de marzo de 2003, cuando ingresó al predio un grupo de hombres armados con pasamontañas, quienes se identificaron como miembros de las Autodefensas y le manifestaron que debían desocupar el lugar o de lo contrario no responderían por sus vidas.
Los primeros despojos por amenaza directa transcurrieron cuando los paramilitares iban a las parcelas e intimidaban a los campesinos y posteriormente aparecían personas que desean comprar las parcelas. En ocasiones las masacres, asesinatos y desplazamientos estuvieron acompañadas, desde 1996 al 2000, por la quema de casas.
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