Un oficial del Ejército investigado por participar en el asesinato de tres hermanos, entre ellos una niña que fue violada, fue entregado hoy a la Fiscalía y
Un oficial del Ejército investigado por participar en el asesinato de tres hermanos, entre ellos una niña que fue violada, fue entregado hoy a la Fiscalía y otros seis militares fueron destituidos por fallas en los procesos de control y mando de personal.
El comandante de las Fuerzas Militares, almirante Edgar Cely, señaló hoy en rueda de prensa que esa es una información que «duele», pero que no le ocultará al país.
«Las Fuerzas Militares no van a ser tolerantes con las violaciones de los derechos humanos de cualquier colombiano», dijo.
Por fallas en el ejercicio del mando y control de las tropas fueron relevados de su cargo los oficiales de la Octava División del Ejército: coronel Germán Belalcázar, coronel James Pineda, mayor James Granados y el subteniente Raúl Muñoz, quien era el jefe directo de la tropa que estuvo en el sitio del crimen y fue remitido a la Fiscalía.
Además fueron relevados los suboficiales: sargento Luis Giovanni Torrijos, cabo Juan Esteban Sánchez y el cabo Robinson Castro.
El comandante del Ejército, general Alejandro Navas, dijo en la misma rueda de prensa que uno de los oficiales, al parecer, está «relacionado por los hechos del 2 de octubre» en los que otra menor fue violada en la misma zona.
La madre de una niña de 13 años denunció ante la Fiscalía que ese día un militar violó a su hija en Flor Amarillo, municipio de Tame (noreste), donde el 14 de octubre, tres niños, de 14, 9 y 6 años, fueron asesinados en Caño Tembladores, al parecer también por tropas del Ejército en esa zona rural de la misma localidad.
La decisión de destituir a los siete militares fue «unánime» de la «junta asesora de generales y almirantes»
Navas indicó que esa institución «repudia estos hechos y manifiesta toda la colaboración con la Fiscalía que llevará este caso».
Por los hechos la Fiscalía investiga a unos 60 militares de dos batallones que operaban cerca del lugar donde se produjo el crimen.
Yenni (14 años), Yimmy (9 años) y Yefferson (6 años) aparecieron degollados y con signos de tortura en una fosa común, situada a 100 metros de donde estaban los militares adscritos a la Octava División del Ejército.
Su padre, Jose Álvaro Torres, señaló desde el primer momento como responsables a los militares que estaban en la zona y hoy dijo que esa destitución es una buena noticia para él, y que espera que los responsables sean castigados y mostrados a la opinión pública.
«Para mí la noticia es buena y lo que espero es que sean castigados, que sean sacados a la luz publica donde toda la comunidad los vea y sean castigados con las leyes correspondientes», dijo.
Torres indicó además que tuvo que desplazarse de su finca en Tame por temor a que los militares tomen represalias contra él y lo «desaparezcan».
El delegado en Colombia de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Christian Salazar, aseguró hoy que una delegación de ese organismo se encuentra en el municipio de Tame, departamento de Arauca, donde se produjo el hecho para observar detalladamente la investigación.
Indicó además que las primeras investigaciones confirmaron que la niña de 14 años fue violada y luego la asesinaron junto a sus dos hermanos de 6 y 9 años, caso del que la comunidad acusa a un grupo de militares que estaba en la zona el pasado 14 de octubre.
La desaparición de los niños coincidió con la retirada de una brigada móvil del Ejército que se había establecido días antes en la zona.
Unos 70 militares conformaban esta unidad y, por orden de sus superiores, todos fueron trasladados a Arauca, la capital homónima del departamento, donde quedaron a disposición de los inspectores de la fuerza y de los investigadores de la fiscalía, que tomaron muestras de ADN a estos uniformados, entre otras pruebas.
Según versiones periodísticas, los funcionarios de la entidad judicial también hallaron «rastros de sangre» en morrales de los militares.
Fuente: Efe
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